sábado, 18 de febrero de 2023

viernes, 24 de junio de 2011

loco



Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:

Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:

-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!

Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó:

-Miren! ¡Es un loco!

Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:

-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!

Así fue que me convertí en un loco.

Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.

Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.

Dios



En los días de mi más remota antigüedad, cuando el temblor primero del habla llegó a mis labios, subí a la montaña santa y hablé a Dios, diciéndole:

-Amo, soy tu esclavo. Tu oculta voluntades mi ley, y te obedeceré por siempre jamás.

Pero Dios no me contestó, y pasó de largo como una potente borrasca.

Y mil años después volví a subir a la montaña santa, y volví a hablar a Dios, diciéndole:

-Creador mío, soy tu criatura. Me hiciste de barro, y te debo todo cuanto soy.

Y Dios no contestó; pasó de largo como mil alas en presuroso vuelo.

Y mil años después volví a escalar la montaña santa, y hablé a Dios nuevamente, diciéndole:

-Padre, soy tu hijo. Tu piedad y tu amor me dieron vida, y mediante el amor y la adoración a ti heredaré tu Reino. Pero Dios no me contestó; pasó de largo como la niebla que tiende un velo sobre las distantes montañas.

Y mil años después volví a escalar la sagrada montaña, y volví a invocar a Dios, diciéndole:

-¡Dios mío!, mi supremo anhelo y mi plenitud, soy tu ayer y eres mi mañana. Soy tu raíz en la tierra y tú eres mi flor en el cielo; junto creceremos ante la faz del sol.

Y Dios se inclinó hacia mí, y me susurró al oído dulces palabras. Y como el mar, que abraza al arroyo que corre hasta él, Dios me abrazó.

Y cuando bajé a las planicies, y a los valles vi que Dios también estaba allí.

martes, 9 de febrero de 2010

besame

Baise m´encore...
Louise Labé (1525-1566)


Baise m´encore, rebaise moi et baise:
Donne m´en un de tes plus savoureux,
Donne m´en un de tes plus amoureux:
Je t´en rendrai quatre plus chauds que braise.

Las, te plains-tu? Ça que ce mal j´apaise
En t´en donnant dix autres doucereux,
Ainsi mêlant nos baisers tant heureux
Jouissons-nous l´un de l´autre à notre aise.

Lors double vie à chacun en suivra,
Chacun en soi et son ami vivra.
Permets m´amour penser quelque folie:

Toujours suis mal, vivant discrètement,
Et ne me puis donner contentement
Si, hors de moi, ne fais quelque saillie.


Bésame otra vez...

Bésame otra vez y vuélveme a besar:
Dame uno de tus besos más sabrosos,
Dame uno de tus besos amorosos,
Cual brasa ardiente cuatro te voy a dar.

¿Te quejas? Ven, que yo calme tu pesar,
Dándote, aún, diez besos deleitosos.
Y mezclando nuestros besos tan dichosos,
Del placer entrambos vamos a gozar.

Cada uno así doble vida tendrá,
Porque en sí y en su amigo vivirá.
Amor, déjame una locura sentir:

Siempre estoy mal replegada así en mi vida,
Y no consigo sentirme complacida,
Si fuera de mí no puedo yo salir.

Versión de Sonia Mabel Yebara

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